Volar como un arcoíris...
El rey se asomó al ventanal de sus aposentos. Desde ahí veía el panorama de toda la ciudad, desde la montaña de plata que era el zigurat de Marduk, hasta las puertas. Nabucodonosor, su padre, había estado orgulloso de los monumentos de la ciudad, incluso del mausoleo bajo el cual ahora descansaba, rodeado de fría piedra. Había tenido una larga vida, pero el veneno acababa con todos los hombres, como bien sabía ahora su hijo. Cuando supo de la noticia, se encerró con una de sus concubinas toda la noche para celebrarlo. Después había ordenado a aquella pobre desgraciada de ojos de arcoíris que se quedaba cautivada al verle que fuera a su casa y no saliera en unos días. Gracias a aquella orden, también podía asegurar que el fuego acababa con los hombres tan bien como el veneno si se quema en los lugares adecuados, y que los guardias de su padre eran muy competentes. Habían atrapado al arcoíris y lo habían destruido, le habían cerrado los ojos, como ella había hecho aquella noche cuando él se desnudó. Sacudió la cabeza. Aquella adivina de poca monta era parte del pasado, como su padre. Él era la sangre nueva que aquella ciudad necesitaba, y no podía dejar escapar aquella oportunidad. Ahora tenía el poder. ¡El PODER! Ni los astrólogos de los templos, ni los generales, ni los ministros. Él tenía el poder supremo. Él se sentaba en el templo del rey. Estaba satisfecho.
De repente, oyó ruidos
fuera. Pasos que se encaminaban hacia la puerta. Escuchó un “¡Me rindo!” y el
sonido del metal contra el metal. “No puede estar sucediendo aquí” pensó, y
corrió a esconderse al mismo tiempo que las puertas de su área privada se
abrían de un golpe y dos soldados con espadas ensangrentadas entraban en sus
aposentos. Demasiado rápido, pues le vieron meterse debajo de la cama. Uno le agarró
del pie y el otro le gritó “¡Ve a correr con los lobos!”. “Paganos del dios
Oannes”, fue lo último que pensó antes de que le clavaran la espada. Todo se
puso negro. Y antes de morir, lo último que vio fue una luz en la oscuridad.
Rainbow fue una banda de heavy metal de los años 70-80
fundada por el guitarrista Ritchie Blackmore, ex de Deep Purple
Se lo merecía!!! Por malo!!!
ResponderEliminarEscribes genial Elefun (cuántas veces te lo dije??)
Besos!!
Lurei Book
Hola!!! Me pasaba por aquí para comentarte que te he nominado a los premios Best Blog!! Te dejo el link:
ResponderEliminarhttp://lasombradetusojos.blogspot.com/2014/11/premios.html
Besos!!
Lurei Book
Gracias Lurei!! Y deja de decirme que escribo muy bien o me lo acabaré creyendo!! Jajaja
EliminarUn abrazo!
Hey estoy conociendo tu blog y me está gustando mucho, me suscribo y espera mi visita constante por aquí.
ResponderEliminarSaludos, nos leemos.
Muchísimas gracias!! Un saludo ^^
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